La metrópolis de Hong Kong

La metrópolis de Hong Kong, que es oficialmente una zona administrativa especial en la costa sur de la República Popular China, consta de 263 islas, la más grande de las cuales es la isla de Lantau. Casi 7,19 millones de personas viven en las cuatro regiones de Kowloon, la isla de Hong Kong, los Nuevos Territorios y la isla periférica. La mayoría de la población es descendiente de chinos y su lengua materna es el cantonés.

 Hong Kong es conocido por sus dispositivos electrónicos, su fascinante horizonte de rascacielos interminables y las enormes masas de gente en un área pequeña. Más de 3500 edificios tienen una altura de más de 90 metros! La animada vida nocturna y la cocina china son también un enriquecimiento para cada turista. Una metrópolis de un millón de habitantes en un área pequeña Hong Kong es una ciudad increíblemente fascinante.

El contraste entre los rascacielos modernos, los exclusivos centros comerciales y los monumentos históricos y templos del pasado sorprenderá a todos los turistas. Las 260 islas de Hong Kong ofrecen una imagen completamente diferente. La metrópolis tiene muchas atracciones para ofrecer que hacen de este viaje un viaje inestimable. La vista de la ciudad desde Victoria Peak, una visita a las playas de los alrededores o una visita a Disneylandia hacen de cada viaje una aventura inolvidable. La Avenida de las Estrellas está situada en la región de Kowloon, un centro cultural con museos, teatros y salas de conciertos. También merece la pena visitar el Centro de Comercio Internacional, de 484 metros de altura.

La plataforma de visionado Sky 100 ofrece una vista increíble de Hong Kong. La reserva natural del Parque de Humedales de Hong Kong contrasta con la metrópoli moderna y demuestra lo polifacético que puede ser el turismo en Hong Kong. Una mezcla de tradición y modernidad La preservación de la tradición significa que Hong Kong cuenta con numerosos museos y monumentos para visitar. No te pierdas una visita a Tian Tan Buddha, una estatua de Buda de color bronceado en la isla de Lantau, y al impresionante templo Man-Mo. El invierno, la primavera y el otoño son el mejor momento para viajar, ya que las temperaturas en estos meses son agradables y menos lluviosas. Especialmente en verano puede ser muy caluroso, húmedo y las lluvias intensas inducidas por tifones pueden ser bastante desagradables.

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